Cuando la existencia de Schirnhofer dependía del área de embutido, la empresa pudo confiar en su socio de muchos años para la ingeniería de máquinas e instalaciones. Weber Food Technology equipó a la empresa austriaca de larga tradición con una línea completa de rebanadoras que permitió a Schirnhofer dar un paso más como proveedor de servicios en el sector del rebanado.

¿Reinventarse o desaparecer? Es probable que casi todas las empresas con trayectoria en el mercado se hagan esta pregunta en algún momento. La empresa de procesamiento de carne Schirnhofer no es una excepción. Esta tradicional empresa austriaca con sede en Kaindorf, cerca de Hartberg, el año que viene cumplirá 100 años de actividad. Y durante este tiempo, la empresa se reinventó más de una vez. Jeton Syla, jefe de producción, lo recuerda bien: la última vez fue hace cinco años. Después de retirarse del negocio de las cadenas de tiendas, fueron necesarios muchos cambios estructurales y un reajuste estratégico en Schirnhofer, recuerda el jefe de producción: “Desde entonces, nos hemos especializado de manera sistemática en productos rebanados.” Sin embargo, como el equipo ya tenía más de veinte años, la empresa decidió invertir nuevamente en esta área en 2023. Y, afortunadamente, Schirnhofer cuenta con Weber Food Technology como socio comercial a su lado, especialista absoluto en la construcción de soluciones de línea para aplicaciones de rebanado. 

La nueva línea completa Weber incluye todos los módulos, desde el escáner hasta el separador de cinta. En primer lugar, el escáner láser weSCAN 5000 de Weber garantiza un aprovechamiento óptimo del producto con el máximo rendimiento y el mínimo desperdicio para la gran variedad de productos que se procesan en Schirnhofer. Para rebanar la materia prima, Schirnhofer optó por la rebanadora weSLICE 7500. La técnica de Vario integrada en la rebanadora permite alimentar el producto de forma independiente en hasta cuatro pistas en función del resultado del escaneado anterior. Esto no sólo contribuye a un producto de máxima calidad, sino que el escáner, la rebanadora y la balanza trabajan juntos de forma totalmente coordinada, de modo que Schirnhofer consigue un desperdicio del cero por ciento. El Weber CompactBuffer transporta las porciones rebanadas y el robot de recolección wePICK las coloca de forma totalmente automática, precisa e higiénica en la máquina de envasado por termoformado de alto rendimiento wePACK 7000 a una velocidad de hasta 130 recolecciones por minuto. Especialmente la mesa adhesiva integrada en la wePACK para cambiar la película superior “es una gran ventaja para nosotros”, subraya Jeton Syla, “debido a los muchos tipos diferentes de película que tenemos que procesar y que ahora podemos cambiar mucho más rápidamente y, sobre todo, más fácilmente.” Las etiquetadoras transversales weLABEL integradas en la envasadora dan el acabado final a los envases con etiquetas individuales en la parte superior e inferior. Por último, los envases terminados se unifican a partir de dos carriles en un único carril con el separador de cinta compacto weSORT 3000.

El hecho de que todos los módulos de la línea procedan de un único proveedor permitió a Weber maximizar la integración de los componentes individuales y fusionarlos en una unidad sólida. De este modo, Schirnhofer no tiene que preocuparse por los problemas de interfaz. El personal de línea de Schirnhofer también se beneficia de la amplia integración y conexión en red en términos de control de línea. “Con la ayuda de la tecnología Weber OneControl, se puede controlar cada componente de la línea desde cualquier panel de control. Esto facilita el trabajo de nuestro personal de operación y reduce los desplazamientos”, explica Jeton Syla. Además, es posible consultar todos los datos de la máquina y de rendimiento en cualquier momento y desde cualquier lugar en una de sus terminales intuitivas.

“Dado que recibimos todos los módulos del sistema de un único proveedor, todos los componentes de la línea pueden comunicarse entre sí perfectamente gracias a la gran integración del software a través de un sistema de control”, explica Andreas Rosenberg de Franz Gramiller & Sohn, representante de Weber en Austria. “Como consecuencia, los módulos se comunican entre sí tan bien que conseguimos un rendimiento de envasado superior al especificado originalmente por el cliente”. La línea completa de Weber, que Schirnhofer adquirió para diez ciclos por minuto, funciona actualmente a más de trece ciclos por minuto. “Además, el cliente se llevó gratis un tercio de la línea”, sonríe Tobias Weber, CEO de Weber Food Technology. El empresario no considera en absoluto lamentable esta situación: “Estoy realmente satisfecho con el desarrollo que Schirnhofer puede lograr ahora aquí”, afirma citando al propietario de la empresa, Karl Schirnhofer, quien admite de buen grado que no habría podido “incrementar la producción” en Schirnhofer sin la solución de línea de Weber. “Cuando oigo algo así, se me enchina la piel”, afirma Tobias Weber, “¡es sencillamente genial!”. El orgullo de Jeton Syla por la eficiencia de su producción también se refleja en su rostro: “Gracias a las posibilidades que nos brinda Weber con el nuevo sistema, tenemos potencial de crecimiento”, afirma mirando al futuro. Y Syla ya está considerando los próximos proyectos conjuntos de nuevas líneas de procesado y envasado con Weber.